jueves, 2 de abril de 2015

Los elementos

El agua junto con el viento crean la vida en la tierra, el fuego siempre está pero nunca es todo porque el ciclo de creación y destrucción nunca se detiene. De la comprensión del ciclo de la vida a través de los cuatro elementos nace la quintaesencia que es capaz de elegir entre los elementos, entre los estados, consciente de si misma, con voluntad de si misma, con control y libertad de si misma. Algunas culturas han identificado esta quintaesencia con el Sol, un fuego que es capaz de quemar todo lo anterior y a la vez iluminar y crear nueva vida. Desde otro punto de vista los elementos no coexistirían sin el sol en la lejanía. El sol unifica los elementos y a la vez es la quinta parte de ellos, el control y aceptación del fuego intenso permite crear metales con los minerales de la tierra, crear energía y vida a través del agua, transmitirse a través del viento... todo ello gracias al elemento fuego controlado conscientemente y transmitido a través de las otras tres partes de si mismo: La quintaesencia tan infinita como todas las combinaciones secuenciales posibles de elementos... El viento: es el mas sutil, ligero, leve, despreocupado, amoroso, profundo... Es el alma que está en todo, o el alma en la que estamos. El viento es la vibración, las ondas, y a la vez el medio por el que se transmite.

El agua: Se amolda, tanto puede ir con el viento como quedarse sólida en la tierra como ser en si misma. Depende de las condiciones que le rodean.

La tierra: junto con el viento y el agua permite que la vida florezca y se esparza. son el medio físico para estas otras dos energías mucho más sutiles. Hace referencia a todo lo que identificamos como físico.

El fuego: de enfrentar la trinidad anterior con un único elemento que la desestabiliza nace una dualidad que lo equilibra: Creación y destrucción. El fuego destruye el resto de elementos. Los elementos permiten la vida y el fuego la destruye. El fuego deshace lo innecesario y la vida lo reconstruye de otra manera. Por otra parte tanto el viento como el agua como la tierra en si mismo o en combinación y con la suficiente abundancia tienen el poder de apagar fuegos así como de destruir como si fueran fuegos. Dado que existe crecimiento de los tres elementos físicos creadores este tiene que suceder a través de un medio que siempre cree nuevos espacios para crecer, el tiempo pasa como el fuego que no podría existir sin él, cae lo viejo y crece lo nuevo con una mejor idea con respecto a las condiciones actuales. Si por un momento nos teletransportamos a la metáfora de las dimensiones, que contiene a la metáfora de los elementos, la cuarta dimensión, el 4o elemento que contiene al fuego y que es dual con la 5a dimensión (la quintaesencia) son los creadores del tiempo y del paso del mismo tal y como lo conocemos y experimentamos.

La quintaesencia: el sol. El sol no es más que un grado de fuego y nos enseña que no hay cosas buenas ni malas. que la creación y destrucción no son más que dos graduaciones distintas de fuego o de elementos, dos niveles creación que dependen de las condiciones al igual que unas condiciones hacen al fuego destructivo o creador de vida con su luz, calor y energía.

Los elementos enseñan que todos ellos pueden ser destructivos o creativos en combinación o solos. Todo depende de las condiciones de la situación. Pero recordemos que la quintaesencia está en precisamente ser libre de elegir tus condiciones, eso que no podía hacer el agua por si misma.


Se podría decir que nosotros somos agua, pero mucho más que eso. agua con libertad. Somos quintaesencia, somos parte de todo y podemos percibirnos como uno, como dos, como tres, como cuatro, como cinco.... Podemos percibir que bailamos a las condiciones fuera de nuestra voluntad como el agua, que somos inamovibles como el roble y la roca, que somos impertérritos y nos torcemos pero nunca nos partimos como el junco al viento, o que reaccionamos destruyendo todo aquello que nos incomoda, como el fuego atacando aquello que nos recuerda a aquellas partes de nosotros mismos que no somos o no pretendemos ser, o podemos percibir que somos libertad para elegir cualquier cosa. Hay infinitos elementos superiores al igual que infinitas dimensiones y modos de ser pero es bastante fácil identificarse con los 5 elementos ya que en ellos es donde estamos los humanos la mayoría del tiempo.

Hasta ahora muchas veces he dicho que somos tres, he de decir que todo esto no es contradictorio. somos tres y cinco a la vez y podemos percibirnos como uno u otro o como los dos. La trinidad también está en los 5, en la forma de agua en 3 estados. La trinidad también profundiza, si se sabe ver, en la libertad y en la comprensión de la contradicción como distintos grados de la misma cosa.

5 dimensiones son suficientes por ahora.

No hay comentarios: