La agresividad.

Agresividad es un tipo de violencia, pero no es violencia explicitamente. Uno puede ser verbalmente agresivo sin llegar a ser violento.

Sin embargo una agresividad descontrolada fácil se transforma en violencia.

El límite es tan ínfimo que es casi como si la agresividad fuera la esencia de la violencia.

Yo definiría la agresividad como la necesidad de atacar, la necesidad de crear un gran foco de atención.

Pienso que el que usa la agresividad lo hace como un medio para lograr algo. Pero la agresividad tiene consecuencias muy definidas que tarde o temprano suceden si se recurre a ella.

La necesidad de ataque surje de la propia necesidad y jaula en la que un se pone y mediante la cual tu mismo te dejas sin opciones y te ves obligado a tomar la opción agresiva.

Lo cual te viene genial porque te autojustificas aún siendo tu el causante, genial para lo que intentas en ese momento. Pero ¿qué propósito lograrás si ninguna de las consecuencias de la agresividad te interesa?

Eso significa que para dejar de ser agresivo simplemente tienes que convencerte a ti mismo de que hay mejores opciones ya que no consigues nada con esta opción, pero lo más importante es convencerte de que tienes otras opciones.