jueves, 10 de diciembre de 2015

Elecciones esenciales.

Si un humano puede decirle a otro lo que ser y hacer lo único que elijo es no ser humano.

Y cuando un humano elige creer en alguien exterior sin siquiera revisar en que medida es coherente consigo mismo en el interior dan ganas de dejar de ser coherentes conmigo mismo y mi alrededor, coger un hacha y partir en dos mi esencia cuántica.


Si es que somos cazurros que ganas de buscar fuera lo que llevamos dentro, solo vemos el muro mental en el que nos han educado, malcriado y acomodado.

Atrapa tu niño interior malsano, al diablo lánzale un zapato. Divide en 3 la esencia humana para encontrar a la unidad que sana.

Trata a tu niño interior igual que a tu hermano, pequeño o a tu mayor en la horizontalidad no hay grados sólo diversas ondas del tambor generador de toda consciencia existente que se mueve por el tiempo presente.

Aquí y ahora los entes se descubren a si mismos, se dan cuenta que no creen que sean creyentes, que no quieren querer y que la contradicción en la que beben es la base de la existencia de los seres.

Menudo caos de aleatoriedad cuantica, menudo orden de convergencia tántrica. Si es que todo depende del punto de vista. Tu, modista, que no consigue que la realidad se vista con sus colores,

Vamos déjate de amores que sólo te producen estertores ¿o es que acaso no ves el error en la concepción amorosa de nuestra sociedad escandalosa?

Ya estoy harto, harto de estar harto de ver al mundo con hartazgo y de la esencia que causa este borracho demiurgo narrando sobre el fondo de las palabras mientras un humano teclea rápidamente en su ordenador, sin ser consciente, o quizás si, que él también es AMOR y que eso es su elección.

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