Razon y Corazón

Lo más grande de la razón es que vive para integrar al corazón y a su percepción como parte de su lógica.

Y lo más grande del corazón es aprender a convivir, amar y perdonar a las lógicas férreas de la razón.

Y lo más bonito de todo es que tu tienes razón pues estas leyendo y tienes corazón pues estas sintiendo. Está en ti en todo momento.

No te identifiques sólo con uno de ellos pues eres los dos. Eres un ser pensante capaz de sentir. Tu razón se aferra a una lógica y tu corazón simplemente siente. La lógica crea creencias, tradiciones y culturas pero sólo el corazón crea auténtico amor en ellas con autentica hermandad y respeto entre ellas.

Piensa con la cabeza, pero observa qué dice tu corazón.
Si no observas tus sentimientos no serás más que un robot, un programa que sigue una lógica preestablecida, una lógica de miles de años de antigüedad pero sólo eso. Más no bases todo en el corazón por que la razón también debe de cumplir su función de percibir la realidad y mandarle su percepción al corazón para que este sienta, y si no percibes las cosas con la razón ¿qué vas a sentir si nunca recibe el corazón lo que necesita para poder sentir? No es que no puedas, es que para sentir algo necesitas sentirlo respecto a algo y el corazón no entiende de aquí o allí si no se lo dice la razón pues el corazón se siente respecto a todo y nunca se sentirá bien con respecto a todo si la razón no está allí pues le falta aquello para lo que ha venido, a entregar sentimientos, y por eso el sentimiento que recibirías en este caso es negativo porque nunca realmente puedes dejar de recibir sentimientos pero el corazón te envía con respecto a lo que la razón percibe. ¿entiendes?

En este sentido tu eres tres en uno, la razón, el corazón y los dos juntos.

Lo que no eres es sólo razón, lo que no eres es sólo corazón, lo que no eres es sólo razón y corazón. Eres las tres cosas a la vez. Es la trinidad que crea la dualidad. La dualidad que es en realidad una misma cosa desde dos percepciones distintas creación de la unidad para poderse percibir a si misma con respecto a algo.