martes, 16 de agosto de 2011

El encuentro...

Ojala pasase, lo deseaba cada día...
en un mundo como este no hay lugar para alguien como yo... -pensaba-

El chico le encantaba el mundo de la ciencia ficción, veía montones de documentales del universo, los planetas, el sistema solar... lo que para un soñador como él lo acabo llevando al misterioso mundo de la ovni-manía...
¿de que se queja esa gente que ha sido abducida? -refunfuñaba- ¡todas quejándose! algunas hasta dicen que han tenido la oportunidad de hablar con ellos y que el miedo les podía y huían...

ojala me abduciera a mi uno de esos... -se decía para si mismo mientras suspiraba- ojala pudiera hablar con ellos, salir de esta realidad... ser consciente de su realidad, elevarme y salir de este mundo corrupto...

¿que porque la realidad era tan insoportable para nuestro protagonista? no lo sabemos, pero era lo suficientemente agobiante como para no querer permanecer mas en ella... aunque obviamente nunca trataría de salir de la realidad al modo tradicional, apreciaba lo suficiente su vida...
quizás simplemente nunca había encontrado nada ni nadie en este pequeño planeta de suficiente valor que le impulsara a quedarse...

fue entonces cuando sucedió... en una noche despejada... él estaba comiéndose poco a poco un bocadillo envuelto en plata mientras observaba las estrellas en aquella montaña a la que le gustaba ir, tratando de reconocer a simple vista las constelaciones que estaban presentes en esta época del año... cuando de repente se le acercaron...
no parecían distintos a nosotros, dos brazos, dos piernas, una cabeza de tamaño regular... ¡incluso tenían ropa! más se sorprendió cuando aquel grupo lo apuntó con unas luces que parecían salir de sus manos, cegándolo casi por completo....
-¡hey chico! ¿Que haces aquí a estas horas? ¡Este lugar es nuestro! -era una voz de mujer, firme y fría... por el tono de su voz debería de ser la líder... ¿acaso podían hablar como nosotros? ¿Y también tienen jerarquías?-
-yo solo estoy esperando... observando las estrellas...
-¿esperando a quien? -Dijo entre risas una voz masculina que salió de aquel grupúsculo-
-a vosotros...
-¡lo que tú digas chaval! -dijo una tercera voz, masculina, diferente a la anterior-
-¡venga! ¡Dejad d apuntarle con las linternas! ¡Lo estáis asustando! -dijo una voz femenina estridente-
-está bien, puede quedarse... pero si nos estropea el plan... sufrirá las consecuencias... -dijo la lider, muy seriamente-

apuntaron sus linternas para otro lugar, y poco a poco sus ojos dejaron de chisporrotear y empezó a distinguir poco a poco 5 figuras...
¡¿cinco?! -pensó para si- ¡así que aun hay uno d ellos que sigue en silencio!, seguramente sea el miembro mas bajo en su jerarquía, por eso no dice nada... quizás sea solo un esclavo, o un sirviente... debía averiguar mas sobre aquellos seres...

la líder femenina ordeno a los otros dos chicos encender una hoguera... estos hicieron un circulo con piedras y tras ello encendieron la hoguera, con un mechero corriente... nuestro protagonista se sorprendió...
¿también tienen de nuestras herramientas? ¡Increíble! ¿Hasta que punto están infiltrados? -pensó mientras la preocupación le invadía-
la hoguera iluminó sus rostros y sus cuerpos... realmente no parecían distintos, ahora que los podía evaluar mas de cerca... eran exactamente iguales que nosotros... incluso llevaban las mismas ropas que cualquier joven de la edad que ellos aparentaban hubiera llevado...

Este es nuestro plan, chico misterioso...
entonces mostraron aquella bolsa deportiva, parecida a una mochila de playa... y empezaron a sacar lo que parecían punteros láser... y una especie de estacas... y rollos de cinta americana...

-tenemos que avisar a la gente de otros planetas de lo que están haciendo aquí, en este planeta... de como lo están destruyendo... dijo uno de los chicos, esta vez mas amablemente-
-¿de verdad? ¡Quiero ayudar! ¡Si! ¡Podéis contar conmigo! -grito el chico-
-esta señal no es solo un aviso, es una señal de auxilio... queremos q vengan a por nosotros... ¡Queremos irnos de aquí! -dijo el otro chico, que parecía ser la pareja de la líder, por como le Cojia de la mano-
-no sabéis lo mucho que me siento identificado... -susurro el chico-
-entonces... ¿nos ayudaras? -habló la chica que aun no había hablado...- que voz mas dulce -pensó, y siguió pensando- aun cuando lo hubiera intentado no habría podido resistirme a una voz así... puede que fuera la que menos poder y jerarquia tuviera del grupo, pero... ella era especial...
-¡claro que os ayudaré!
la chica misteriosa sonrió, y respiró tranquila...

entonces empezaron todos a trabajar... ataron los punteros láser a las estacas... con la cinta americana... y los clavaron en el suelo... él se encargó de nivelar las estacas para que estuvieran completamente perpendiculares al suelo, lo cual lo consiguió con un nivel de burbuja con bastante dificultad, pues cuando una estaca no estaba nivelada a veces había que desclavarla y volver a empezar...

clavaron 12 de esas estacas... 12 punteros láser... tenían mas... pero esos eran los que podrían activar...
así que este es vuestro plan -dijo el chico- ¿de verdad los alienígenas entenderán el código Morse?
Bueno -respondió la líder- ¿se te ocurre algo mejor?
su plan era ir a aquella montaña todas las noches
y mandar la señal de SOS durante el tiempo que hiciera falta... y luego obviamente tendrían que seguir acudiendo a ese lugar por años... pues "ellos" podrían tardar mucho en venir...
la noche terminó, y no hubo respuesta alguna... aunque esperaban con ilusión que "ellos" tuvieran motores y tecnología lo suficientemente potentes como para detectar ese tipo de señales y venir instantáneamente...
no os preocupéis -dijo el chico- recordad que el planeta de nuestros amigos puede estar a años luz... puede que no reciban esto hasta dentro de años... pero hasta entonces... aquí estaremos nosotros...
¡SI! -dijeron todos al unísono!

aquella noche el chico los encontró, no a los alienígenas, quien sabe si algún día aparecerían... sino a personas que realmente le importaban... y a una persona que, aunque él no lo sabia, en el futuro le iba a importar más de lo que él ahora era capaz de imaginar...

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