La religión pervierte una espiritualidad que existe pero que sólo pogresa con una constante autoexploración individual. Con la religión ese progreso se estanca bajo una tutela constante y directa de otros pues con ello el invididuo cede a la voluntad de otros su propio y único punto de vista que cada individuo experimenta en la infinita diversidad del universo.
Y eso único y tan bello que todos traemos al nacer y que no hay dos iguales... lo perdemos por agrupar y tratar de crear una unicidad de pensamiento y creencias que no lleva a ningun lado más que a la infelicidad por el hecho de que todo el mundo se siente mal cuando se traiciona a si mismo y dado que no somos todos homogeneos es un despropósito querer unificar el pensamiento humano y mucho más diciendole a la gente que lo contrario a eso es malo, pues va en contra de la propia naturaleza de la gran mayoría de la población.
Se puede vivir la paz y la prosperidad desde el respeto a las creencias y pensamientos de los demás sin tener que pintar el mundo de tu color. Es la sociedad hacia la que nos interesa dirigirnos. Una sin religiones ni creencias que funcionen como religiones... Aunque en un mundo así existirán creencias, ya no evangelizarán como religiones... Dirijámonos hacia un mundo en el que se respete la diversidad.
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