miércoles, 6 de julio de 2016

Los malos políticos y la esencia.

El problema de los malos políticos no es sólo las consecuencias empíricas de sus actos (por ejemplo el disponer de menos dinero por que lo hayan malversado) sino también de cómo nos definen como sociedad al usarlo así.

No hay que olvidar que todo lo que hacemos decimos y pensamos es creador y define nuestra esencia.

Y que las consecuencias prácticas de los pensamientos, palabras y actos van íntimamente ligados a esa esencia que define nuestra idea de identidad como sociedad.

No hay comentarios: