viernes, 27 de noviembre de 2020

manifiesto fosopinchista

 

La idealización es la religión del presente. Igual que Jesucristo se proponía como modelo de persona, a día de hoy los distintos sistemas sociales y económicos proponen modelos a imitar y sitúan a personalidades como ejemplos públicos obviando todos aquellos que no lo consiguieron o que no tienen la oportunidad de acceder a esa posición por muy bien que lo hagan, más sólo pretenden que cumplas tu función como engranaje del sistema. Como en starship troopers: "aniram al ne soratsila", necesitan carne de cañón fresca para la organización socioeconómica actual. Claro que es algo más complejo que las religiones, hay muchos públicos, muchos targets y distintos arquetipos que alimentar en base a esas ideologías.

Así, en el sistema actual, personas como Bill Gates han hecho como que se preocupa por los demás mientras crea empresas para sacarle una rentabilidad a los problemas humanos. Como cuando hizo presión para prohibir una planta (Artemisa) usada para tratar la malaria en diversos países mientras una de sus empresas sintetizaba el compuesto principal de esta planta para tratar la malaria y se lo vendían a los gobiernos de estos paises. Bill Gates, como todos los que llegan tan lejos, se ha dedicado a extraer la riqueza de los países y a crear dependencias y nuevas necesidades. ¿es que acaso que te fuercen a instalar Edge o los sistemas de Telemetría y espionaje de microsoft y windows no te dice nada?

"Ya esta otro comunista criticando el capitalismo" para para, escucha:

Tanto el capitalismo como el comunismo implementados hasta la fecha son sistemas que convierten al humano en un simple engranaje, dependientes de la meritocrácia y de la fuerza de la autoridad bajo unos criterios que deciden otros. Esconden y roban el auténtico merito y su beneficio que es la participación, cooperación y colaboración de facto de los individuos ya sea para lograr pequeños o grandes logros. Tanto en el capitalismo como en el comunismo los méritos no se dan a aquellos que realmente lo merecen sino a aquellas estructuras de poder que controlan a estas personas. En el capitalismo el mérito se lo lleva la organización empresarial, en el comunismo se lo llevan los estados. El capitalismo vende cara la libertad a través de las estructuras independientes que ya tienen el poder, el comunismo reparte la libertad con igualdad pero controla y decide las libertades limitando la cantidad de esta que se reparte. Ambos sistemas son injustos pues ambos extraen el poder de la organización local para externalizarlo y centralizarlo lejos del individuo y de las pequeñas agrupaciones.

El único sistema que trata de llevar la libertad al individuo sin desmerecer a pequeñas o grandes organizaciones es el fosopinchismo en el que creo fervientemente, este se basa en tirar a un foso de pinchos a todo aquel que trate por activa o por pasiva de arrebatar la libertad del individuo sobre si mismo, o de los individuos para organizarse según sus propias libertades. Todo sistema en el que dependas de un control o poder externo debería ser lanzado al foso de pinchos. Cualquier modelo propuesto como ideal y como un ejemplo a seguir debería ser igualmente lanzado al foso de pinchos incluido cualquiera que pretenda imponer el fosopinchismo.

En contra de lo que pudiera parecer yo no deseo que se os imponga el fosopinchismo, si no que he elegido libremente estar en él y deseo que cualquiera sea libre de unirse a este movimiento que revolucionará el presente para cambiar el futuro.

¡FOSOPINCHISMO! ¿desea saber más?

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