De la culpa a la consciencia, de la consciencia al amor propio, del amor propio al amor al ser: la aceptación y el amor a la totalidad del ser.
De ese modo nada es culpa de nadie, pero si amo y acepto todo con sinceridad veré también aquello que es la causa original en mi del resultado no deseado, no por que sea no deseado per se ni porque sea la causa directa, si no porque define el punto de vista en el que ese ser, ese sentir y esa esencia son posibles, sea cual sea ese sentir, esa esencia, esa parte del ser.
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