Paz, tranquilidad, tu siempre has estado ahí y siempre he tratado de guerrearte sin saber por qué, y siempre que eso ha sucedido he ganado.
Y siempre la intranquilidad y la ira y la irracionalidad gana cuando no me rindo a ti.
Por ello me rindo a la paz y a la tranquilidad, ya que he observado que tu siempre me has dejado hacer y que las consecuencias no han sido las que yo creía, ni las que yo pretendía.
Observo que amar y aceptar todas las actitudes y esencias de los demás me da la paz y tranquilidad que siempre he pretendido tratando de cambiar el mundo del resto del mundo en vez de cambiar el mio propio en el que tu, paz y amor, ya estás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario