jueves, 13 de agosto de 2015

La educación recibida.

Sea como sea la educación recibida y las ideas que nos hayan transmitido pasamos más tiempo con nosotros mismos que con nuestros padres... Todo el que se quiera suficiente a si mismo tiene libertad de elegir en cualquier situación. Incluso yo, ahora mismo, soy libre de elegir el camino que desee, las ideas que quiera, libremente. Y gracias a la vida vivo en un contexto que me lo permite. Por lo cual estoy muy agradecido. Y mientras escribo lo de arriba se me ocurre que de cara a la educación de mi niño interior, lo mejor es enseñarme a valorar mis propias ideas sobre mi mismo y considerar las ideas de los demás sobre si mismos sólo como un punto de vista más y no como un modelo a seguir. Así ya de paso me desharía de esa molesta ansia por la aceptación social, por la aceptación de la posición jerárquica superior, o en general por esa sensación de querer ser aceptado, que todo el mundo creamos algunas veces sobre nosotros mismos... ¡menudo yugo!. Elijo otra cosa.

Elijo la libertad de ser quien soy que ya tengo por mi mismo y en las personas más cercanas, extenderla a todo el universo para que la libertad y la felicidad alcance cada rincón de mi experiencia.

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