El globalismo es una rama del centralismo que se basa en un falso humanismo que surge de un elitismo y superioridad moral en el que te crees que saben qué es lo que necesitan los demás.
Si el mundo ha de ser global será conectando las partes: de lo pequeño a lo grande.
De lo indivisible de la individualidad a la totalidad crearás una totalidad indivisible.
El resto son intentos de centralizar una voluntad fuera del territorio o del lugar al que corresponde la gestión.
Aunque cuidado porque desde el patriotismo también se puede llegar a esa competición excesiva en la que intentas tomar las decisiones de otros, eso tampoco funcionará.
Es más un tema identitario, de construir algo en común en base a distintas identidades en vez de tratar de uniformizar las identidades para poder gobernarlas a todas más fácilmente.
La sincretización nunca funcionó si no ocurre por si misma (y menos cuando hay una intención impositiva), en cualquier caso se generarán nuevas diversidades de pensamiento y creencias.
La cuestión está en entender la libertad identitaria del individuo sobre si mismo para poder convivir.
Si alguien quiere sentirse un helicóptero por mi genial, lo que cuenta es, ¿vas a luchar por lo que crees o quieres que te lo paguemos los otros? ¿vas a luchar por aumentar tu capacidad y la de todos en general o por que alguien pague con su capacidad a través de la imposición? ¿si tanto crees en la diversidad respetarás el pensamiento diferente al tuyo o tratarás de que los demás se amolden a tu visión del mundo?
¿irás juzgando al mundo o mirarás al mundo con inocencia al fin?
De lo único que tenemos que asegurarnos es de crear esa posibilidad, y que además sea factible... No la libertad de facto.
Como sociedad sacrificamos libertad por seguridad y no conseguimos ni una ni otra... El miedo nos venció ¿y qué conseguimos? justo lo que tratábamos de evitar. Hay que ir más allá de tratar de asegurar las cosas de facto.
No puedo asegurar de facto que todas las personas que quieran entrar a un territorio lo consigan, pero puedo asegurar que eso sea posible de una manera digna tanto para ellos como para el resto de sus futuros compatriotas.
La cuestión es ¿qué habremos roto allí para que quieran venir aquí?
Pero más allá de todo lo que pueda cuestionarse: cada guerra provoca una oleada de millones de refugiados.
La pregunta que hay que hacerse realmente es... ¿cómo puedo hacer que ellos allí puedan tener las oportunidades de aquí? pero, ¿cómo lo hago sin obligarlos cuando cada acción imperialista provoca dictaduras, guerras y más desequilibrios?.
El comercio creará la abundancia, nuevos productos... y nuevos clientes. Y el mercado no será qué recursos puedo tomar sino qué puedo llevar yo allí para hacerles la vida más fácil y obtener sus productos o un nuevo cliente a través de un comercio y no robados. Y quizás entonces nos daremos cuenta que en ocasiones lo único que hay que regalar exportando es el conocimiento y la sabiduría.
Sin garantías... centrémonos en crear oportunidades. Y olvida todas esas utopías que te han vendido... Nadie hará por ti lo que tu no eres capaz de hacer por ti mismo.
Y no, no es tan fácil como darle al botón de crear dinero para regalarlo al mundo... por que las cosas también han de hacerse y hace falta gente que las haga. Olvídate de la utopía bancaria del dinero infinito, argentina ya pasó por ello y sólo hizo sufrir a la gente.
Olvídate también de la utopía robótica. Es imposible que seas feliz sin hacer algo... Es imposible que seas feliz sin expresar tu ser.
Olvídate de la distopia de los límites. Pues muchas cosas pueden suceder a la vez y muchos espacios concurren. Si la ciudad te resulta un límite ve a otra parte. Nadie va a solucionar el problema por ti y siempre hay oportunidad... Excepto cuando la pretendes garantizar por la fuerza.
No te olvides de que lo que haces puede tener consecuencias globales, pero construye localmente, ese es el pequeño gran secreto.
Como individuo no permitas que otro ser más grande en el que te incluyes haga lo que tu puedes hacer desde tu pequeño espacio, pues eso siempre habrá consecuencias que no podrás volver atrás... en la perdida de tu propio poder identidad... y eso jamás, jamás te convendrá... pues te quitará tu libertad.
Despierta, se consciente: El mundo globalizado se construye desde la voluntad del individuo no desde la imposición de los grupos sobre esos individuos.
Estudia historia y lo verás... la imposición que pretenden unos y otros no funcionó jamás. Siempre creó más problemas que los que trataba de solventar.
¿Y qué imposición vas a votar cuando están todos mal? Hay que ir más allá... Votar no vale de nada, pero de algo sirve pensar, hablar... Y de algo sirve hacer. Si quieres abundancia expresa tu auténtico ser... que jamás ha sido ni es ni será imponer.
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